
Sin embargo, lo que posiblemente hubiera sido más eficaz no son las medidas rápidas y por eso mi duda de si escribir esto aquí o en el otro blog (muy probablemente transcriba el artículo). Las medidas más eficaces hubieran sido las enfocadas en acompañar a la persona maltratada durante todo su lento proceso de liberación y facilitarle el camino. Un ejemplo de esto sería el de hacerles llegar información sobre cómo librarse del maltrato o una medida que nunca nadie había pensado antes ni lo hace ahora es el de haber permitido una especie de fondo donde una mujer que sufre maltrato hubiera podido ahorrar un dinero sin huella fiscal, lo justo para poder huir sin que su dinero ahorrado pudiera ser detectado por el maltratador si éste le hace la declaración. Medidas lentas, enfocadas, como digo, en fortalecer a una mujer a la que todos los días le están diciendo que no sirve para nada para poder contrarrestar todo ese dolor provocado. Y, por supuesto, medidas unisex para que también pudieran fortalecerse los hombres a los que todos los días una mujer u otro hombre le está llamando con palabras que destruyen su fe en sí mismo.
Y es que las medidas rápidas son políticamente medibles con resultados claros en el escrutinio electoral... pero sólo sirven para maquillar realidades más profundas que requieren un cambio social donde todos debemos tenernos respeto por encima de las discrepancias políticas, sociales o sexuales.
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